My odds are stacked I'll go back to black

11:30 a. m.




De nuevo soy infeliz. Y qué bueno porque puedo volver a escribir.

Inconforme, pesimista y ahora despeinada. Soy la que siempre he sido… es por culpa de un síndrome que me impide disfrutar de las cosas buenas de la vida porque tengo la infinita necesidad de quejarme., por ser acuariana? Por ser venezolana? …  de alma negra y corazón pequeño ? Me quejo porque quiero y puedo, para eso son los bloggers.

Ser feliz es aburrido y además es envidiable, y no puedo ser blanco de malas energías cuando yo ya soy un morral pesimista. Admito que lo disfrute mientras duró. Flotar por las calles, sonreírle a la nada, besar y ser besada… se acabó. Llegó la hora de afrontar la cruda realidad y admitir que vivo en un país problemático, de clima inestable, que tengo un novio  que no me ama, un trabajo donde me estoy envejeciendo sin talento, que siempre pienso en mi ex, que me mato de hambre para no engordar pero secretamente como ponquecitos… soy un cliché de vida sin razón. Pero tenemos patria.  Tenemos un perro que nos ama, y trabajo.

A nadie le gustan las quejumbrosas, tampoco las inteligentes, ni las carismáticas, mucho menos las que leen y argumentan con razón, que hablan fuerte y claro sin  diminutivos, tampoco las mujeres de pelo corto… fui demasiado lejos. Fui la que siempre soñé ser. Sentí que me volvían a querer como siempre pensé que el karma no lo dejaría, eso! Pensé que el karma ya no me jodería. Peque de inocente. Saben que hice? Creía haberme perdonado por mis errores, y resulto que fue peor. Me corte demasiado el cabello y ahora no tengo en donde esconderme.

De nuevo soy la que nunca dejaré de ser.


Enjoy* 

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