TERE MEHER DA BALANAA

9:54 a. m.



Veintinueve mantras de sanación para una persona horrible, que siente una molestia concentrada en el centro del estomago y que sube hasta querer gritar. Empuñar una lonchera como arma de guerra en el metro. Discutir en las colas, quejarse del sol, maldecir a los novios que pasean tontamente por la calle.

Persona toxica que pelea por todo, que llora por nada. Todo mal cuando es la propia madre quien se queja de una convivencia que se hace infinitamente trágica e inaguantable.

El hecho de admitirlo, y que duela aceptarlo, no cambia el hecho de lo que soy.  

Veintinueve mantras de sanación para mí. Para lo que ahora represento, para mi nueva personalidad y esta bendita rabia contenida, una rabia que se manifiesta en desventajas. El reflejo de mis culpas magnificadas pasando facturas diarias. Ya no doy los buenos días, no creo en hadas ni en nada, no espero de otros para que nadie tenga que esperar de mi. Esto es quien voy hacer siempre?

Arrogante, grosera y malhumorada, ya no hablo con extraños y tampoco escucho música. Leo. Leo mucho para que mi realidad pase inadvertida, seré una mala persona que sabrá mucho de la vida a través de otros, un conocimiento celosamente guardado entre las tres nuevas arruguitas que se me forman entre ceja y ceja.   
Respiro hondo, porque apenas van 24. Y aquí ya no hay mantras que valgan.

Enjoy*

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