El misterio de las “Cajas de Ahorro”
10:13 p. m.
La poca experiencia en mis pocos empleos, me han dejado sabios consejos. Entre ellos, no relacionarse mucho con las secretarias o las señoras que limpian. Sin embargo, el ser amable a veces implica tener que relacionarse con los demás.
No es que no me relacione con otros, simplemente evito hacer amistades por protección laboral. Al final, mis empleos, duran lo que dura el gas de un Coca-cola abierta en la nevera.
Pero hace unos días fue inminente, la secretaría se me vino en cámara lenta, con la mirada fija, sin posibilidades de poder evadir sus pequeños ojos de hámster… fue una intercepción limpia, digna de película.
Sin más remedio, me toco detenerme a saludar. Cuando sin previo aviso me preguntó si estaba interesada en “La Caja de Ahorro” de la oficina (chachanCHAN).
La Caja de Ahorro es como una secta religiosa-económica, peor que los testigos de Jehová. Una vez que entras quedas condenado a cumplir cuotas, de las que supuestamente obtendrás beneficio algún día… lo que para los creyentes es el paraíso, para los cajistas, es la Dropbox del dinero en la oficina.
Total que a mi el asunto de ahorrar no me gusta mucho. Mi cuenta de ahorro tiene 0,26 BF, lo que quiere decir que soy la peor ahorrista del mundo, o tal vez de la oficina.
Desde ese entonces la alta esfera de la sociedad oficinista que se reúne a tomar café y a chismear en la cocina, me rechaza. No sé si por mi cara de indiferencia ante ellas, o por el cuestionamiento que hice de su propuesta… “¿Para qué me voy a meter en eso, si ni salario tengo?”
Enjoy*
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