El día perfecto para morir

2:57 p. m.



Tuve la oportunidad perfecta para morir. Rápido, ipso facto, sin dramas y casi accidental.

Cruzaba de forma azarosa con el semáforo en verde, advirtiendo que ese gran camión se comía la luz, con el paso firme y la mirada altiva, decidí seguir. Mi corazón se detuvo, mis pupilas se dilataron… era el momento. En el último instante, supe que el no se detendría y yo tampoco, y finalmente a escasos milímetros... corrí por mi vida.

“Dios por favor, hoy me quiero morir” fue lo último que dije justo antes de salir de casa. Escuchó mis plegarias, y en el último momento mi instinto de supervivencia me jugó una terrible mala pasada, perdí mi mejor oportunidad para morirme hoy.  Los allegados se perderían el inicio del mundial. A los no allegados les darían el día libre para celebrar… era el día perfecto para morir.

Mi perro, mi pobre Lucas, quedaría desamparado. Y sin embrago, no me dio tiempo de pensar en el. Solo corrí. Correr cobardemente por la vida… por mi vida?


Tripas, corazón y piel… todo regado frente a mi lugar de trabajo, pobre conductor. Con eso aprendería a respetar los semáforos en verde. “A a periodista la mato un autobús que venia soplaó, la muchacha bajita de pelo corto” alguien llorando por mí, diciendo lo buena que yo era.

Y  la causa que tanto me aguardaba, la razón de mi existir, decepcionada dejaría de esperar por mi.
Y ahora soy yo, quien decepcionada aun la espera.

Enjoy*

You Might Also Like

0 comments