Resulta que por esta fecha la mayoría de las personas invierte el tiempo haciendo lista de promesas. Un año más tarde se dan cuenta de que fue una mala inversión y fue más lo que no hicieron que lo que cumplieron. Otros, hacen resúmenes de lo positivo y negativo de los 12 meses.
Lamentablemente yo no puedo seguir el patrón de la gente normal, tal vez por que yo de normal no tengo mucho… Eso de andar enumerando del uno al diez lo mejor y lo peor, lo dejo para el año que viene. Año en el que si voy hacer una persona normal, común y corriente y voy a llevar un riguroso registro sentimental-económico de forma mensual.
(ya ven como puedo ser común: Ofreciéndole mi 1era promesa al señor 2010).
Doce meses es mucha información a resumir y tomando en cuenta que solo recuerdo de septiembre a diciembre, solo me limitaré a decir que fue pura pérdida y una estafa total.
Enjoy*... "2010 exijo que me des lo que el 2009 no me dió, y me traigas de vuelta lo que me quitó"
Lamentablemente yo no puedo seguir el patrón de la gente normal, tal vez por que yo de normal no tengo mucho… Eso de andar enumerando del uno al diez lo mejor y lo peor, lo dejo para el año que viene. Año en el que si voy hacer una persona normal, común y corriente y voy a llevar un riguroso registro sentimental-económico de forma mensual.
(ya ven como puedo ser común: Ofreciéndole mi 1era promesa al señor 2010).
Doce meses es mucha información a resumir y tomando en cuenta que solo recuerdo de septiembre a diciembre, solo me limitaré a decir que fue pura pérdida y una estafa total.
Enjoy*... "2010 exijo que me des lo que el 2009 no me dió, y me traigas de vuelta lo que me quitó"
Soy enemiga total y absoluta de la hipocresía, de las mentiras y de los espectáculos públicos.
No reclamo y no peleo hasta que es realmente necesario; mientras… solo me remito a poner muecas de odio. Y no es que no sea cuaima, o no tenga mal carácter, pero eso de hacer shows vanguardistas en medio de la calle, no es mi estilo.
Me asustan las nenitas que pelean en centros comerciales, que lloran en el metro o que hacen reclamos informales usando llamadas, mensajes de texto, Facebook o MSN.
El problema es que muchas mujeres no entienden a los hombres y no han comprendido que el 75% de ellos no escuchan bien, no saben leer, no les gusta o simplemente si saben… y no les importa.
- Mensaje a esas nenitas cuaimas de bajo sentido racional:
Eviten pelear en público, hagan sus reclamos con elegancia, estilo e inteligencia.
- Mensaje a los chicos que carecen de medio cerebro, tienen problemas de razonamiento, no saben leer, no saben escuchar, se hacen los desconocidos de la causa de la pelea o todo lo antes mencionado:
Abstenganse de preguntar la razón de la molestia, ustedes casi siempre la saben; y de no ser así… esperen a que la nena peleona se calme... (No mucha espera OK).
A los otros imbéciles que no saben que fue lo que pasó y dejan pasar semanas, los que hicieron algo realmente imperdonable, o simplemente no les importa y solo preguntan por cortesía…-¿Qué tienes?- o -¿Por qué te molestaste?- JODANSE!... son unos idiotas que en verdad no les importa nada más que ustedes mismos.
A esos lectores imaginarios que preguntan por MSN la razón de la molestia, que subestiman la inteligencia de las personas, que optan por verdades a medias o que en realidad no les importa nada… Hablen claro y salgan del juego a tiempo, no esperen para disfrutar del anarquismo sentimental de una persona que es capaz de darlo todo por ustedes. Hacerle daño a alguien siempre esta de más.
Al otro grupo que si les interesa redimirse, no saben que paso y no lo quieren repetir, no consiguen la mitad de la masa encefálica extraviada, tienen una jevita loca, O todo lo anterior. Les deseo suerte, paciencia, tolerancia y un cursito de lectura de mentes.
Enjoy*
Prometo no llamarlo más.
Prometo dejar el cigarro el día del no fumador.
Prometo que esta es la última vez que me pasa.
Prometo que a partir del lunes cumplo la dieta.
Prometo que voy a comenzar ahorrar.
Prometo no comer más carbohidratos nocturnos.
Prometo ser mejor hija………………….. Pero…………….. Siempre llegan los “peros”.
Pasa algo que nunca esta planeado, llega y rompe todos tus esquemas haciéndote débil ante las añoranzas, que casi siempre son la consecuencia de una feroz falta de fuerza de voluntad.
“Fuerza de voluntad”, que fácil escribirlo y que difícil cumplirle. Todos entramos en periodo de tratamiento cuando queremos cumplir algo. Llega la añoranza y caemos en la fase de “Trato y me Miento”. Justo en ese momento, abandonamos toda esperanza de cumplir lo prometido para entrar en deuda con uno mismo.
Yo en particular no soy la mejor cumplidora de promesas, tengo tanto de político socialista como de mentirosa. Soy capaz de decir 450 mentiras en una hora… o 450 verdades a medias... o 450 promesas que no voy a cumplir.
Sin embargo, no es posible decir tantas mentiras en una hora, pero si es posible acumular 450 promesas en varios meses.
No cumplir las promesas, podría considerarse como un pecado en algunas culturas o religiones, por suerte en mi sociedad y en mi cultura es algo de cada día no cumplir las promesas.
Se ve en cada elección y en cada rincón del país… pregúntale al Río Guaire que sería navegable y libre de contaminación en el 2010 o pregúntale a los hijos de la calle, que ya para esta fecha no deberían haber.
Cumplir y prometer, dos paradigmas difíciles de ejercer.
Si bien es cierto que dejamos de lado muchas promesas; también existen otras que no podemos evitar hacer y muchos menos dejar de cumplir.
A los lectores imaginarios que tienen promesas sin cumplir y que se deben así mismos, cúmplanse. Que la satisfacción posterior no tiene precio. Es difícil ya lo sé, pero las promesas se hacen para tratar, cumplir y no mentir.
A los maravillosos afortunados que no se deben así mismos, ni a la señora de venta por catalogo, ni al seguro del carro. Mis más sinceras felicitaciones, tal vez el día de mañana decida convertirme en una cumplidora de promesas empedernida, que no se miente para no deberse.
Enjoy*
Hablando con un colega al que quiero y admiro, me estuvo comentando sobre las aflicciones y características comunes que sufren las personas que llevan un blogspot.
La verdad es que todos somos chismosos, a todos nos gusta asomarnos a la ventana cuando ocurre algo inusual en la acera del frente, o se activa la alarma de sonido estrafalario en el metro para que todos saquen las cabezas por la puerta o se atraviesen a curiosear en la misma. La cuestión es que no todos lo hacen de manera vulgar, grotesca y sin escrúpulos.
Los profesionales del chisme (Si... los mismos que se vanaglorian en su perfecta e insultante ética, y en el mandibuleo de decir “Estudio comonicacEÓN SoOcial) disimulan bastante bien el amarillismo del chisme, y todo gracias a un papel conferido por el Ministerio de Educación Superior que le da la potestad a cualquier don nadie que le guste el faranduleo y que le guste chismear como Dios, Ala, Buda o El director de prensa mande.
Obviamente, no todos los futuros guardianes del cotilleo son así. Otros prefieren un bajo perfil, creer en lo relativo del adjetivo calificativo “Ser ético” y diferenciar en que comunicador soOcial, es cualquiera. En cambio “PERIODISTA” no es todo el mundo.
Esa minoría esta dispersa entre los diferentes medios, casas de estudio y Blogspot como este.
No es un reclamo a las jevitas que estudian “ComunicacEÓN SoOcial” para salir en la TV. Es un reclamo insultante, furibundo y nostálgico, para las casas de estudio que gradúan a miles y miles y miles de estudiantes, que después no saben que hacer con sus miles y miles y miles de kilos de ignorancia.
Aparte de ser un reclamo ahogado, informó… que mis lectores imaginarios comienzan a manifestar quejas. Con ello quiero decir que me aburrí de no ser comercial, de ser una banda punk con mucho talento, con ganas de expresarle al mundo lo que siente, con ganas, no de ganar dinero, sino respeto y satisfacción personal. Con ganas de tener “Verdades Compartidas”.
Lo que yo siento, es una de las principales características y aflicciones que sufre un “bloguero”.
EnjoY*
La verdad es que todos somos chismosos, a todos nos gusta asomarnos a la ventana cuando ocurre algo inusual en la acera del frente, o se activa la alarma de sonido estrafalario en el metro para que todos saquen las cabezas por la puerta o se atraviesen a curiosear en la misma. La cuestión es que no todos lo hacen de manera vulgar, grotesca y sin escrúpulos.
Los profesionales del chisme (Si... los mismos que se vanaglorian en su perfecta e insultante ética, y en el mandibuleo de decir “Estudio comonicacEÓN SoOcial) disimulan bastante bien el amarillismo del chisme, y todo gracias a un papel conferido por el Ministerio de Educación Superior que le da la potestad a cualquier don nadie que le guste el faranduleo y que le guste chismear como Dios, Ala, Buda o El director de prensa mande.
Obviamente, no todos los futuros guardianes del cotilleo son así. Otros prefieren un bajo perfil, creer en lo relativo del adjetivo calificativo “Ser ético” y diferenciar en que comunicador soOcial, es cualquiera. En cambio “PERIODISTA” no es todo el mundo.
Esa minoría esta dispersa entre los diferentes medios, casas de estudio y Blogspot como este.
No es un reclamo a las jevitas que estudian “ComunicacEÓN SoOcial” para salir en la TV. Es un reclamo insultante, furibundo y nostálgico, para las casas de estudio que gradúan a miles y miles y miles de estudiantes, que después no saben que hacer con sus miles y miles y miles de kilos de ignorancia.
Aparte de ser un reclamo ahogado, informó… que mis lectores imaginarios comienzan a manifestar quejas. Con ello quiero decir que me aburrí de no ser comercial, de ser una banda punk con mucho talento, con ganas de expresarle al mundo lo que siente, con ganas, no de ganar dinero, sino respeto y satisfacción personal. Con ganas de tener “Verdades Compartidas”.
Lo que yo siento, es una de las principales características y aflicciones que sufre un “bloguero”.
EnjoY*
No esperaba tanta afluencia de emociones y de jiros inesperados. Supongo que todo forma parte de esa porción del universo que no podemos controlar, de eso a lo que yo suelo llamar causalidad. A mis lectores imaginarios que siguen esperando, que siguen frecuentando a Doña Esperanza, que se reviven en el optimismo y que piensan que nada es imposible… No olviden recordar aquel famoso dicho: “Lo que es del cura, va a la iglesia… lo que ha de ser será”. No insistan, no reten a las situaciones, no se paseen en el optimismo innecesario, no aguarden a imposibles que solo son eso... “imposibles”. Los imposibles, se convierten en retos, los retos en caprichos… y los caprichos en adicción. No esperen convertirse en adictos para desistir y arrancar a correr.
No esperen a que por un jiro inesperado del destino o de la causalidad, llegue el fiel amigo. Ese que te tiende una mano, que llamas cuando el mundo se te viene encima y te declaras en la mugre. Si… ese mismo que te dice “llego en media hora”, sin preguntar razón. Te besa y te abraza, a pesar de ser la segunda opción o no serlo. Por que simplemente no le importa que seas su imposible, su capricho y su casi adicción. Gracias a mi amigo, a ese que yo llamo “Ojos de perro azul”. Llegó en el momento indicado, llegó con mil kilos de ternura, con tres mil litros de optimismo y con besos incalculables. A mis lectores imaginarios que son bien correspondidos, sigan jugando. A los que no, consigan un buen amigo que los saque de la adicción. Enjoy*
No esperen a que por un jiro inesperado del destino o de la causalidad, llegue el fiel amigo. Ese que te tiende una mano, que llamas cuando el mundo se te viene encima y te declaras en la mugre. Si… ese mismo que te dice “llego en media hora”, sin preguntar razón. Te besa y te abraza, a pesar de ser la segunda opción o no serlo. Por que simplemente no le importa que seas su imposible, su capricho y su casi adicción. Gracias a mi amigo, a ese que yo llamo “Ojos de perro azul”. Llegó en el momento indicado, llegó con mil kilos de ternura, con tres mil litros de optimismo y con besos incalculables. A mis lectores imaginarios que son bien correspondidos, sigan jugando. A los que no, consigan un buen amigo que los saque de la adicción. Enjoy*
La comunicación entre humanos no es una conducta que sea aprendida, para todos es algo sencillo y del día a día. Todos nos comunicamos de una u otra manera.
El lenguaje y las relaciones humanas… eso si es otra cosa.
Hay personas que simplemente les cuesta decir lo que piensan, otras en cambio… no piensan lo que dicen. El problema no recae tanto en este último grupo de persona, que aunque bien, son un completo desastre… tienen la sinceridad en los poros y no la controlan como es debido, o como la sociedad así lo manda.
Mi problema, son las personas que acumulan oraciones, afirmaciones, pensamientos y solicitudes. Se limitan a las situaciones que van ocurriendo, se suman a la espera de un desenlace, llevando el ritmo que se les vaya imponiendo. Se limitan a un simple “NO SE”, juegan a la expectativa de una pregunta-pregunta y no de una pregunta-respuesta.
Son individuos poco expresivos, muy inteligentes, de carácter estable y humor dominable… Si, todo eso son, hasta que el otro interlocutor se aburre de esperar, se llena la cabeza adivinando los pensamientos del pacifico inexpresivo, edita mil conclusiones distintas y termina pensando de todo, cuando no hay nada que pensar.
Entre el matiz que da lo incierto, amarguras y pesares, transcurre el tiempo. El interlocutor… (Que ya tiene un curso, postgrado y doctorado en leer pensamientos) aun no logra saber que es lo que esa persona quiere. Claro, como se puede saber que es lo que alguien quiere, cuando ni el mismo lo sabe. ¿O acaso no lo quiere saber?.
Algo les debe importar NO SE… digo yo. No todo les puede dar igual, no se puede vivir tanto tiempo en la indiferencia. Por que si algo sé, es que todos los humanos pensamos diferente, pero sentimos igual. No en los mismos momentos, pero si en diversas etapas de nuestra existencia.
Si algo sé, es que no todos trabajamos bajo la misma presión y no todos hablamos el mismo idioma o el mismo lenguaje.
Si algo creo saber, es que la paciencia y la perseverancia son recompensadas… ó… No se…
El lenguaje y las relaciones humanas… eso si es otra cosa.
Hay personas que simplemente les cuesta decir lo que piensan, otras en cambio… no piensan lo que dicen. El problema no recae tanto en este último grupo de persona, que aunque bien, son un completo desastre… tienen la sinceridad en los poros y no la controlan como es debido, o como la sociedad así lo manda.
Mi problema, son las personas que acumulan oraciones, afirmaciones, pensamientos y solicitudes. Se limitan a las situaciones que van ocurriendo, se suman a la espera de un desenlace, llevando el ritmo que se les vaya imponiendo. Se limitan a un simple “NO SE”, juegan a la expectativa de una pregunta-pregunta y no de una pregunta-respuesta.
Son individuos poco expresivos, muy inteligentes, de carácter estable y humor dominable… Si, todo eso son, hasta que el otro interlocutor se aburre de esperar, se llena la cabeza adivinando los pensamientos del pacifico inexpresivo, edita mil conclusiones distintas y termina pensando de todo, cuando no hay nada que pensar.
Entre el matiz que da lo incierto, amarguras y pesares, transcurre el tiempo. El interlocutor… (Que ya tiene un curso, postgrado y doctorado en leer pensamientos) aun no logra saber que es lo que esa persona quiere. Claro, como se puede saber que es lo que alguien quiere, cuando ni el mismo lo sabe. ¿O acaso no lo quiere saber?.
Algo les debe importar NO SE… digo yo. No todo les puede dar igual, no se puede vivir tanto tiempo en la indiferencia. Por que si algo sé, es que todos los humanos pensamos diferente, pero sentimos igual. No en los mismos momentos, pero si en diversas etapas de nuestra existencia.
Si algo sé, es que no todos trabajamos bajo la misma presión y no todos hablamos el mismo idioma o el mismo lenguaje.
Si algo creo saber, es que la paciencia y la perseverancia son recompensadas… ó… No se…
El café por la mañana, el chocolate, los libros que han roto todos mis esquemas con sus finales insoportablemente perfectos, el pulcro “20” en la prueba final de Dagoberto Itriago y ese reportaje perfectamente simétrico… no se compara con la increíble e incomprensible sensación de revoloteo nervioso. Mariposas estomacales que van y vienen cuando quieren.
Todos hemos pasado por esa inescrupulosa sensación de “presentimiento”, “nerviosismo” o “maripositas en el estomago”. ¿Pero qué factor determinante juega en esta emoción? Simple, son producto de algo desconocido, de algo para lo que aún no estamos seguros de cómo terminará.
A pesar de ser un estado de ansiedad compulsivo donde nos provoca arrancarnos el estomago, se debe reconocer que es fabuloso e indescriptible sentir eso luego de un beso, antes de una Expo o la entrega de esa nota tan esperada.
Somos humanos y no podemos negar nuestro lado primitivo, nuestro cerebelo de raíces de mono… Por suerte podemos tener mariposeo estomacal, que nos demuestra que estamos vivos, y que hay cosas que simplemente no se pueden controlar, y escapan de la razón o el perfeccionismo.
Me parece justo y necesario que nos demos el maravilloso placer de sentir culpabilidad, ansiedad, e incluso maripositas en el estomago cuando pensamos en el o en ella, o recordamos lo rico e indescriptible de un beso apasionado.
Dense la oportunidad de sentir mariposeo estomacal mis lectores imaginarios, no olviden que se vive una sola vez y se desea muchas veces.
Todos hemos pasado por esa inescrupulosa sensación de “presentimiento”, “nerviosismo” o “maripositas en el estomago”. ¿Pero qué factor determinante juega en esta emoción? Simple, son producto de algo desconocido, de algo para lo que aún no estamos seguros de cómo terminará.
A pesar de ser un estado de ansiedad compulsivo donde nos provoca arrancarnos el estomago, se debe reconocer que es fabuloso e indescriptible sentir eso luego de un beso, antes de una Expo o la entrega de esa nota tan esperada.
Somos humanos y no podemos negar nuestro lado primitivo, nuestro cerebelo de raíces de mono… Por suerte podemos tener mariposeo estomacal, que nos demuestra que estamos vivos, y que hay cosas que simplemente no se pueden controlar, y escapan de la razón o el perfeccionismo.
Me parece justo y necesario que nos demos el maravilloso placer de sentir culpabilidad, ansiedad, e incluso maripositas en el estomago cuando pensamos en el o en ella, o recordamos lo rico e indescriptible de un beso apasionado.
Dense la oportunidad de sentir mariposeo estomacal mis lectores imaginarios, no olviden que se vive una sola vez y se desea muchas veces.
Que absurdo sería rendirle un nuevo y magnífico homenaje a la belleza venezolana, yo no tengo nada en contra de la misma, lo he repetido en continuas ocasiones.
Esta noche mis queridos lectores imaginarios, no vengo a realizar un reportaje calibrado de interés, resentimiento o valor literario, simplemente es un reclamo a su coeficiente, a su sentido común y al vulgar hecho de la ironía de la pintura labial y el maquillaje en general.
Los eventos de belleza, implican un gran despliegue coreográfico de esbelta magnitud, de dinero, de capital humano, y sobre todo de un público que se interese en el mismo. El día del famoso “Mis Venezuela” la cartelera periodística se respinga con sus mejores trajes, los animadores se preparan para dirigir un clásico de la burguesía de la belleza, por no mencionar los interminables ensayos coreográficos y eventos pautados que se preparan con una antelación admirable.
Y entonces entre tacones, trajes de diseñadores, piernas, mucha laca y plástico, comienza el show. Un maratón de niñas preciosas desfila a un estricto jurado, que mide, detalla y califica, y aunque de antemano ya se sabe quien es su favorita, se hacen los difíciles resistiéndose al indudable y ya sabido final de la faena. Cinco suelen ser las favoritas, talla perfecta, largo cuello, largas piernas, mucho Silicon y trasero, por no olvidar el cabello.
Para serles sincera, yo no soy fiel compradora de la programación nacional, me remito a las pruebas, no tengo idea de la novela del momento, del peinado de moda en mi país o de cómo se llama ese famoso actor. Tal vez dirán… ¿Qué tipo de prospecto de periodista soy?... una que odia la falta de sentido común, y la falta de receptividad cerebral que tiene la programación de TV abierta. (Ojo no tengo nada contra la ama de casa, la mujer o esposo cansado(a) que llega a ver su novelita, simplemente no es mi estilo de distracción). Pero bien, esto es tela para otro día de sastrería. Al punto que quiero llegar, es que yo no fui fiel testigo del “Magno evento de la belleza”, pero mis futuros colegas, parecen ser más receptivos con la idea del Mis Venezuela y verlo por completo. Al fin y al cabo, es el tubazo del día siguiente.
Pues bien, no hizo falta verlo, para enterarme de cada detalle y de cada burrada cometida por nuestras bellezas nacionales. Yo no digo que ser bella implique brutalidad (lo repito con fines ético). Pero como es posible que a estas niñas no se les regale un momento con su sinceridad, no les den instructivos de respuestas con un coeficiente digno de un niño de 10 años. Señores, tengan piedad, ya de por si es difícil cargar con toda la parafernalia que amerita el evento, como para también tener que recordar llevar la masa encefálica.
No voy a teclear palabra alguna sobre la planificación del show de la belleza, ya que como mencione anteriormente, no me compré la idea de ver el canal de la colina el día correspondiente al evento, solo voy a dirigirme a su más pura esencia, la falta de cordialidad con la verdad.
No es posible venderle al mundo una mujer perfecta, mucho menos una que es incapaz de salirle airosa a la improvisación con herramientas como: la ironía, el sarcasmo o mejor aún… el sentido común. Ya basta de seguir un esquema de que es la mujer perfecta, la altura ideal, el peso correcto… no compartan esa idea, empaquétenla y mándensela al “hacedor de belleza”, que con su caritativa mano nos hace popular en el mundo, con el título de “Las mujeres más bellas”, si esas son las mujeres que nos representan a nivel mundial… Dios nos salve de la pandemia del Silicon.
Esta noche mis queridos lectores imaginarios, no vengo a realizar un reportaje calibrado de interés, resentimiento o valor literario, simplemente es un reclamo a su coeficiente, a su sentido común y al vulgar hecho de la ironía de la pintura labial y el maquillaje en general.
Los eventos de belleza, implican un gran despliegue coreográfico de esbelta magnitud, de dinero, de capital humano, y sobre todo de un público que se interese en el mismo. El día del famoso “Mis Venezuela” la cartelera periodística se respinga con sus mejores trajes, los animadores se preparan para dirigir un clásico de la burguesía de la belleza, por no mencionar los interminables ensayos coreográficos y eventos pautados que se preparan con una antelación admirable.
Y entonces entre tacones, trajes de diseñadores, piernas, mucha laca y plástico, comienza el show. Un maratón de niñas preciosas desfila a un estricto jurado, que mide, detalla y califica, y aunque de antemano ya se sabe quien es su favorita, se hacen los difíciles resistiéndose al indudable y ya sabido final de la faena. Cinco suelen ser las favoritas, talla perfecta, largo cuello, largas piernas, mucho Silicon y trasero, por no olvidar el cabello.
Para serles sincera, yo no soy fiel compradora de la programación nacional, me remito a las pruebas, no tengo idea de la novela del momento, del peinado de moda en mi país o de cómo se llama ese famoso actor. Tal vez dirán… ¿Qué tipo de prospecto de periodista soy?... una que odia la falta de sentido común, y la falta de receptividad cerebral que tiene la programación de TV abierta. (Ojo no tengo nada contra la ama de casa, la mujer o esposo cansado(a) que llega a ver su novelita, simplemente no es mi estilo de distracción). Pero bien, esto es tela para otro día de sastrería. Al punto que quiero llegar, es que yo no fui fiel testigo del “Magno evento de la belleza”, pero mis futuros colegas, parecen ser más receptivos con la idea del Mis Venezuela y verlo por completo. Al fin y al cabo, es el tubazo del día siguiente.
Pues bien, no hizo falta verlo, para enterarme de cada detalle y de cada burrada cometida por nuestras bellezas nacionales. Yo no digo que ser bella implique brutalidad (lo repito con fines ético). Pero como es posible que a estas niñas no se les regale un momento con su sinceridad, no les den instructivos de respuestas con un coeficiente digno de un niño de 10 años. Señores, tengan piedad, ya de por si es difícil cargar con toda la parafernalia que amerita el evento, como para también tener que recordar llevar la masa encefálica.
No voy a teclear palabra alguna sobre la planificación del show de la belleza, ya que como mencione anteriormente, no me compré la idea de ver el canal de la colina el día correspondiente al evento, solo voy a dirigirme a su más pura esencia, la falta de cordialidad con la verdad.
No es posible venderle al mundo una mujer perfecta, mucho menos una que es incapaz de salirle airosa a la improvisación con herramientas como: la ironía, el sarcasmo o mejor aún… el sentido común. Ya basta de seguir un esquema de que es la mujer perfecta, la altura ideal, el peso correcto… no compartan esa idea, empaquétenla y mándensela al “hacedor de belleza”, que con su caritativa mano nos hace popular en el mundo, con el título de “Las mujeres más bellas”, si esas son las mujeres que nos representan a nivel mundial… Dios nos salve de la pandemia del Silicon.
Adolescentes locas, deliran y suspiran por un amor ficticio. Lleno de parafernalia literaria que no alcanzan para discernir entre la realidad, lo cotidiano y la mentira.
¿Qué hay detrás del fenómeno de “Crepúsculo” o “Twilight”?
Que hace que se llegue al punto de catalogar de best seller una historia tan trillada, como es el amor entre una chica “normal”, y un vampiro pálido que rompe con los esquemas del conde Drácula.
Pues bien, leer una que otra novelita no me hace menos que el que lee a Paulo .C. (sin ofender al escritor, sus fanáticos y los libros de autoayuda), simplemente no es mi estilo. Gracias a mi mamá y mis hermanas soy capaz de digerir algo más voluminoso, afable y menos cotidiano.
Luego de vivir mi propia experiencia, endulzarme con este amor a lo Buffy y Ángel, y leerme los 1eros tres libros en un fin de semana, me dijo un amigo: “Eres una más del montón”.
A mi amigo –Manuel Pacheco, alias: NONO- le digo que puede que si, que sea una más del montón. Sin embargo yo me catalogo en otro grupo. Sin ánimos de ser egocéntrica.
Soy un lector curioso, y me atreví a ojear una que otra Pág. del 1er libro, me atrapó al instante, (suena trillado, pero cierto). Es una historia sencilla y fácil de digerir.
¿Qué hay detrás del fenómeno de “Crepúsculo” o “Twilight”?
Que hace que se llegue al punto de catalogar de best seller una historia tan trillada, como es el amor entre una chica “normal”, y un vampiro pálido que rompe con los esquemas del conde Drácula.
Pues bien, leer una que otra novelita no me hace menos que el que lee a Paulo .C. (sin ofender al escritor, sus fanáticos y los libros de autoayuda), simplemente no es mi estilo. Gracias a mi mamá y mis hermanas soy capaz de digerir algo más voluminoso, afable y menos cotidiano.
Luego de vivir mi propia experiencia, endulzarme con este amor a lo Buffy y Ángel, y leerme los 1eros tres libros en un fin de semana, me dijo un amigo: “Eres una más del montón”.
A mi amigo –Manuel Pacheco, alias: NONO- le digo que puede que si, que sea una más del montón. Sin embargo yo me catalogo en otro grupo. Sin ánimos de ser egocéntrica.
Soy un lector curioso, y me atreví a ojear una que otra Pág. del 1er libro, me atrapó al instante, (suena trillado, pero cierto). Es una historia sencilla y fácil de digerir.
“Caramba señorita, pero que bien le luce su maquillaje y su ropa de marca el día de hoy, lástima que con tan buena pinta y con tan buena presencia no pueda sustituir el ápice de cerebro que a usted le queda”…. dignas palabras para un baño de mujeres en mi universidad.
Vale la pena mencionar, que ocasiones como esta no se presentan comúnmente, serian demasiado recurrentes lo asesinatos en baños, tal vez se vencería el lote de hipocresía que abunda, no sólo en esta minoría de ecosistema llamado “UCSAR”, también en la gran sociedad corrompida de mal genio de las mañanas caraqueñas.
El presente relato no va dirigido a la malversación de oportunidades, de pensamientos y de dar espacio a la excelencia, esto si se le puede clasificar dentro de algún genero literario, va dirigido a personas que se dignan a ser mejores cada día, a personas que no les da miedo crecer, que no temen a la censura y que son capaces de recrearse en el júbilo y picardía que prevalece ante la injusticia y ante un sistema corrompido, lleno de lujurias gubernamentales donde el más fuerte es el que sobrevive, y no el que en verdad lo merece.
Si, lo se, tal vez pensarás… “Es la ley del más apto”. ¿Qué te hace pensar que quién es el más apto?, ¿Quién eres para juzgar al que pisa, mata y usa métodos “griegos”, para subir de nivel? Yo no justifico la trampa, no justifico la cobardía, y no tolero a la injusticia.
Y si de injusticia se trata, basta con mirar más allá de nuestras narices, más allá de ese baño en el que yo imagine que estuve.
Aquella señorita, a la que hago alusión como entrada en mi texto, existe… ¡si! tú tienes una amiga, conocida o vecina que es como ella. Tú las has visto pasar con su caros implantes, y su poca habilidad para relacionar la realidad real, con su realidad vivida. Yo no tengo nada en contra ello, no es necesario comprar mediocridad con belleza. Conozco mujeres hermosas, que son capaces de entablar una conversación digna, (hombres también). Así, como sé de aquellos que no tienen visa para la estética, y son igualmente víctimas de la idiotez. La excelencia, no se trata de quién sabe más de las capitales del mundo, ni quién resuelve mejor el álgebra; la excelencia que uso como referencia, es aquella que surge de la necesidad de ser mejores cada día, de no quedarse en el balde, de crecer humanamente y recordar la firmeza que tienen los extintos “valores”.
Vale la pena mencionar, que ocasiones como esta no se presentan comúnmente, serian demasiado recurrentes lo asesinatos en baños, tal vez se vencería el lote de hipocresía que abunda, no sólo en esta minoría de ecosistema llamado “UCSAR”, también en la gran sociedad corrompida de mal genio de las mañanas caraqueñas.
El presente relato no va dirigido a la malversación de oportunidades, de pensamientos y de dar espacio a la excelencia, esto si se le puede clasificar dentro de algún genero literario, va dirigido a personas que se dignan a ser mejores cada día, a personas que no les da miedo crecer, que no temen a la censura y que son capaces de recrearse en el júbilo y picardía que prevalece ante la injusticia y ante un sistema corrompido, lleno de lujurias gubernamentales donde el más fuerte es el que sobrevive, y no el que en verdad lo merece.
Si, lo se, tal vez pensarás… “Es la ley del más apto”. ¿Qué te hace pensar que quién es el más apto?, ¿Quién eres para juzgar al que pisa, mata y usa métodos “griegos”, para subir de nivel? Yo no justifico la trampa, no justifico la cobardía, y no tolero a la injusticia.
Y si de injusticia se trata, basta con mirar más allá de nuestras narices, más allá de ese baño en el que yo imagine que estuve.
Aquella señorita, a la que hago alusión como entrada en mi texto, existe… ¡si! tú tienes una amiga, conocida o vecina que es como ella. Tú las has visto pasar con su caros implantes, y su poca habilidad para relacionar la realidad real, con su realidad vivida. Yo no tengo nada en contra ello, no es necesario comprar mediocridad con belleza. Conozco mujeres hermosas, que son capaces de entablar una conversación digna, (hombres también). Así, como sé de aquellos que no tienen visa para la estética, y son igualmente víctimas de la idiotez. La excelencia, no se trata de quién sabe más de las capitales del mundo, ni quién resuelve mejor el álgebra; la excelencia que uso como referencia, es aquella que surge de la necesidad de ser mejores cada día, de no quedarse en el balde, de crecer humanamente y recordar la firmeza que tienen los extintos “valores”.