Si! por un mundo lleno de mariposeo
10:48 p. m.El café por la mañana, el chocolate, los libros que han roto todos mis esquemas con sus finales insoportablemente perfectos, el pulcro “20” en la prueba final de Dagoberto Itriago y ese reportaje perfectamente simétrico… no se compara con la increíble e incomprensible sensación de revoloteo nervioso. Mariposas estomacales que van y vienen cuando quieren.
Todos hemos pasado por esa inescrupulosa sensación de “presentimiento”, “nerviosismo” o “maripositas en el estomago”. ¿Pero qué factor determinante juega en esta emoción? Simple, son producto de algo desconocido, de algo para lo que aún no estamos seguros de cómo terminará.
A pesar de ser un estado de ansiedad compulsivo donde nos provoca arrancarnos el estomago, se debe reconocer que es fabuloso e indescriptible sentir eso luego de un beso, antes de una Expo o la entrega de esa nota tan esperada.
Somos humanos y no podemos negar nuestro lado primitivo, nuestro cerebelo de raíces de mono… Por suerte podemos tener mariposeo estomacal, que nos demuestra que estamos vivos, y que hay cosas que simplemente no se pueden controlar, y escapan de la razón o el perfeccionismo.
Me parece justo y necesario que nos demos el maravilloso placer de sentir culpabilidad, ansiedad, e incluso maripositas en el estomago cuando pensamos en el o en ella, o recordamos lo rico e indescriptible de un beso apasionado.
Dense la oportunidad de sentir mariposeo estomacal mis lectores imaginarios, no olviden que se vive una sola vez y se desea muchas veces.
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