“Amo los imposibles porque son verdaderos y tangibles,
cercanos y sedientos y cada vez más nuestros”
Otro año más, otro año perdido.
Infinitos imposibles que me
ahogan en la infinita marca de la comisura de tus labios, una mueca simple y
amable que se dejo colar en mis anhelos. Yo, una basurita cósmica tan difÃcil de
entender, yo, la peor comunicadora, esa que no se sabe expresar y que usa mal
los sinónimos, soy un imposible. Siempre lo he sido. La espinita recelosa que
arde, eso que molesta en la punta del zapato. Yo, la conjetura que te lacera,
la incertidumbre que te abate.
Los imposibles somos eso. Karma,
desorden, tristeza, lo que se acerca explota. Yo te lo advertÃ.
Muy verdadera, tangible y tuya,
pero imposible al fin.
Otro año más, ¿otro año perdido?
La perdida de quien se anda sin
cautela, de puntillas a pisadas, de pisadas a zancadas.. se nos fue de las
manos, porque lo que rápido llega, rápido se acaba. Despacio para poder mirar
donde se pisa.